MARKETING EN BUSCADORES
- comunicacionuv
- 8 dic 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 26 dic 2019
Un paso más allá a la hora de buscar
Como ya hemos visto en entradas anteriores, son muchas las modalidades del marketing online y el marketing viral. Al fin y al cabo, todas ellas conforman una especie de "universo paralelo" fuera de las estrategias de marketing tradicional, que pretenden una renovada atención de los consumidores y ser capaz de sorprender a los mismos.
La modalidad que vamos a tratar se denomina marketing en buscadores, abarcando el conjunto de técnicas empleadas para mejorar el posicionamiento de una página web al aparecer en los primeros resultados de los buscadores. Esto se puede lograr con métodos naturales (estrategias de posicionamiento orgánico), los SEO; o de pago (gestionando los enlaces patrocinados en los motores de búsqueda), los SEM.
En esta entrada analizaremos más en profundidad estos últimos, conocidos como SEM (Search Engine Marketing en inglés), que consisten en anuncios o enlaces patrocinados que coinciden con las palabras clave que el sujeto escribe en el buscador.
Según el estudio Search Engine Marketing (Bartlett Boughton, S.), este tipo de estrategia ha demostrado ser efectiva en la audiencia. Al contrario que en los anuncios online tradicionales, los anunciantes pagan solo cuando los usuarios realmente pinchan en el anuncio; cuando esto ocurre el SEM puede generar grandes niveles de tráfico de datos y beneficiar al propio anunciante.

Imaginemos que somos un anunciante y que como tal, queremos que nuestra página se encuentre en los primeros resultados de los buscadores. Para ello deberemos identificar nuestras palabras clave para después obtener buenas posiciones en las páginas de búsqueda, las SERPs (Search Engine Results Pages).
Dentro de estas, existen 2 tipos de listados (según el blog Kubik centrado en agencias digitales en su artículo "¿Qué es el marketing de buscadores?"):
Listados orgánicos/naturales: aparecen cuando, tras una búsqueda del usuario, el buscador emplea algoritmos para seleccionar y ordenar las páginas que se van a mostrar. Suelen situarse en el centro de la página y aparecer en estos listados, así como recibir los clics es gratuito.
Listados de pago: aparecen cuando el usuario hace una búsqueda, pero se sitúan en lo alto de los resultados, por encima de los listados naturales, o en la columna derecha. En este caso, si el usuario hace clic en el anuncio, se paga una tarifa. Además, estos resultados van acompañados de algún indicador que especifique que se trata de un anuncio.

Tras leer esto, quizá pensemos que nos interesa más aparecer en la lista SEO, puesto que generará más confianza en los usuarios si no nos relacionan con un anuncio. Sin embargo, posicionarse en lo alto de esta lista implica mucha paciencia y trabajo, así como la realización de publicaciones con la frecuencia adecuada, gran calidad y variedad de enlaces internos y externos entre otros (tal y como se nos explica en el blog de la empresa Inbound Cycle en su entrada "Marketing en buscadores: cómo hacerlo eficazmente"). Es por ello por lo que muchas empresas deciden optar por el SEM, puesto que es una forma mucho más rápida y segura de atraer usuarios y permite hacer un seguimiento en tiempo real de los mismos para saber cómo de efectiva está siendo la estrategia.

El SEM permite al anunciante que un público cualificado (interesado) llegue a lo que está a ofertar. Además, la ganancia de visibilidad está asegurada, lo cual constituye una gran ventaja. Además, como ya hemos mencionado, las herramientas analíticas de la web permiten alcanzar grandes cantidades de información acerca de los visitantes que lleguen.
Viendo esto, parece que el SEM es el "camino fácil" para alcanzar la ventaja sobre los competidores, pero en realidad es algo más complejo que eso. Con el aumento de la competencia, es imprescindible una renovación continua para poder "seguir en la ola". Además, el SEM solo funciona en la búsqueda, por lo que si los usuarios no emplean los buscadores será totalmente inefectivo.
Por lo tanto, si como anunciantes optamos por una estrategia SEM, debemos planificarla bien, puesto que no se trata de poner anuncios sin coherencia esperando que alguien los visite. Es imprescindible elegir bien las palabras clave, la redacción de un texto que llame la atención del usuario y valorar las opciones que mejor se adapten a nuestros intereses (pago por clic, impresiones, grupos de anuncios...)

Si por la contra, pensamos que nuestro negocio se enfoca mejor con la estrategia SEO, nuestra visión del mismo será diferente. Si bien es cierto que se considera más rentable que el SEM (no hay que pagar a los buscadores por aparecer ni por recibir clics), el factor tiempo hay que tenerlo en cuenta. Dentro de este trabajo de posicionamiento se deben tener en cuenta dos factores a mayores: el SEO on-page y el SEO off-page. Tal y como se nos explica en la página web Idento (una agencia de marketing online) en su entrada "Diferencias entre SEO y SEM", el primero abarca las acciones dentro de nuestro sitio web (empleo de URLs "amigables", reducir el tiempo de carga, contenido original...); el segundo se centra en la acciones de optimización que aumentan la popularidad de nuestro sitio web (que sitios populares nos enlacen...).

Después de leer todo esto, quizá pensemos que debemos escoger entre una de las dos opciones y enfocar nuestra estrategia a partir de ello. Sin embargo, esto no tiene porqué ser así. Estas estrategias pueden ser complementarias y beneficiarse mutuamente.
Volvamos a ponernos en la situación de nosotros como anunciantes. Si nuestra marca es nueva, lo más probable es que nos cueste atraer público y darnos a conocer. Es muy difícil para una empresa que acaba de nacer poder posicionarse de forma eficaz en el mercado online y mucho más competir con otras empresas que ya llevan tiempo en el sector y ya tienen su público bien definido.
Si nos encontramos en esa posición, podríamos optar por una estrategia SEM, donde nos aseguraríamos de aparecer en un buen lugar a cambio de un coste determinado. Los resultados los obtendríamos de forma casi inmediata, y podríamos prolongarlos cuanto quisiéramos en el tiempo. Además, el SEM, al ser muy flexible a los cambios, podríamos cambiar la estética, el título o demás aspectos de nuestra página sin que ello afectara a nuestro posicionamiento de forma negativa.
Con el paso del tiempo, viendo los resultados que obtuviésemos (el SEM es fácil de monitorizar y saber "cómo va" el negocio, gracias a las propias herramientas que suministran las plataformas publicitarias tales como Google Adwords); podríamos centrarnos más en la estrategia SEO.
Esta última daría un cambio de imagen a nuestra marca, que al contar con una posición más sólida, dejaría de aparecer solo en la categoría de "anuncio". De esta manera, los costes se reducirían (se paga solo por el trabajo de optimización) y nos centraríamos en los resultados a medio y largo plazo. Partiendo de que la optimización de nuestra web ha sido gradual y que los contenidos ofertados son cada vez de mejor calidad, sería esta originalidad y relevancia de contenidos lo que haría que nos situásemos cada vez más arriba en la lista de buscadores.
Debemos tener en cuenta que la situación que acabamos de presentar es puramente teórica y que no es tan fácil escalar posiciones en los listados. Es por eso que no debemos rendirnos si al poco tiempo no estamos en el "top 5" de resultados, y enfocarnos en mejorar nuestra página hasta poder prescindir del SEM (si así lo deseásemos) y centrarnos solo en el SEO.
Actualmente, existen cantidad de agencias centradas en el marketing SEM que permiten a las diferentes organizaciones mejorar su posición de mercado online y aumentar así su tráfico de visitas.
El marketing de buscadores se hace cada vez más imprescindible en el paradigma actual, donde muchos usuarios no saben qué es lo quieren o lo que buscan y que se centran solo en "lo primero que ven".
Es por eso que contar con una estrategia efectiva es casi imprescindible si queremos mejorar como marca/empresa, puesto que aunque nuestro producto sea bueno, si nadie lo conoce, es irrelevante.
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